SI QUIERES SER FELIZ NO NECESITAS HACER NINGÚN TIPO DE ESFUERZO….
Ni siquiera necesitas buena voluntad o buenos deseos, sino comprender con claridad cómo has sido “programado”.
¿Qué ha ocurrido?
- Tu sociedad y cultura te han enseñado a creer que no eres feliz sin determinadas personas y cosas. Muchas personas han construido sus vidas sobre la creencia que sin determinadas cosas, dinero, poder, éxito, aceptación, fama, amor, amistad, espiritualidad, Dios…, no pueden ser felices.
- Con esa creencia has desarrollado instintivamente un apego especial hacia esa persona o cosa.
- Haces todo lo posible por adquirirla, aferrarte a ella y eliminar toda posibilidad de perderla.
- Servil dependencia emocional de ella que te lleva a estremecer al conseguirlo, angustiarte ante la posibilidad de verte privado de ella y entristecerte en el caso de perderla.
Todo esto es una agotadora tarea que apenas te deja energías para dedicarte a vivir y disfrutar plenamente de la VIDA, y es una tarea imposible en un mundo que no deja de cambiar y que no eres capaz de controlar.
En algún momento puedes experimentar un instante de placer que no felicidad, ya que el temor a perderlo y no controlarlo tarde o temprano desemboca en frustración. Cuando el objeto de tu adhesión o afecto lo ves amenazado no eres capaz de pensar con objetividad y toda tu visión se deforma. Casi todas las emociones negativas que experimentas son fruto directo de un apego de este tipo. Luchas desesperadamente por alcanzar la felicidad, con el único método que nos han enseñado y lo único que produce es desasosiego, frustración y tristeza. De hecho recuerda la angustia que experimentaste al perder a alguien o algo, ¿qué sucede después?, aprendiste a arreglártelas perfectamente ¿no es así?
Para ser auténticamente feliz sólo una cosa es necesaria: “desprogramarse”, liberarse de esas ataduras. No es un proceso doloroso, es una tarea gratificante si no empleamos para ello la fuerza de voluntad ni la renuncia y sí la VISIÓN.
Si esta fantasía no existiera en tu mente, no estarías apegado. Amarías las cosas y las personas y disfrutarías de ellas sin ningún tipo de ataduras. Reflexiona sobre tus apegos, repásalos y dile a cada persona u objeto que te vaya a la mente:
“En realidad no estoy apegado a ti en absoluto. Tan solo estoy engañándome a mí mismo creyendo que sin ti no puedo ser feliz” Si lo haces con honradez verás el cambio que se produce en ti.»
REFLEXIÓN ANAYUAL
Un apego no es un hecho realmente es una creencia que poseemos y la buena noticia es que se puede cambiar, te animas, te acompaño.
Gracias por leerme y compartir, deseo que te sea muy útil.