En estos momentos agradezco a mi Maestra de la Vida, todo el Aprendizaje que llevamos a cabo para ir consiguiendo el desapego. Bendita lección nos diste y lo vivimos contigo, gracias porque todo hizo sentirme mucho más ligera, deshacerme de un montón de cargas que significaba para mí esa palabra que nombramos muerte, entender que lo que vale es lo que dejas a todos ya que eso es la señal de que sigues vivo en ellos, que cuánto más ligero sea el equipaje más fácil es hallar la paz, que lo que importa es el momento «ya», uy!!!!, si te despistas , ya ha pasado, se ha ido y no lo has disfrutado.
Recuerdo los trabajos que hice con Eckart Tolle, que al principio era “chino” para mí, posteriormente he sentido vivir el aquí y el ahora, momento de encuentro con mi corazón con la presencia, ¡¡guauhh, qué gustirrinín!!, comprendí las caras que yo vi hace mucho tiempo cuando hacíamos la meditación dirigida por los colegas de Tolle, ellos estaban radiantes, se les dibujaba una sonrisa que jamás había visto!!!
Y llegó mi momento, ¡qué estado más increíble, qué paz!, mi hija, adolescente, me sacó de ese momento cuando me dijo:- “ Mamá por qué sonríes así, mamá todo el mundo te mira, Mamaaaaaá”- allí estábamos en un hospital, jamás hubiera imaginado disfrutar así en un entorno tan especial, en una consulta llena de gente y mirando …….. al marco de una puerta.
♥Reflexión ANAYUAL♥: En cualquier momento, en cualquier lugar, estamos abiertos a sentir la maravilla del momento presente. ¿ Te animas? Es cuestión de entrenarse.
Gracias por permitirme compartir y leerlo.